Espacio Foto

Maira Ishida
PORTAFOLIO 2013 - REMINISCENCIAS ROBADAS

Toda memoria es un poco inventada. Revolviendo el pasado uno nunca sabe con exactitud de dónde vino. De tanto pensar en mis recuerdos ya no sé si son recuerdos o inventos, si son mis recuerdos o recuerdos de otros, o recuerdos de recuerdos de otros recuerdos... Estas fotografías son parte de la serie Reminiscencias Robadas. Trabajé sobre retratos de mujeres que compré en la feria de Tristán Narvaja. Sobrepuse mis autorretratos, tomé prestadas sus memorias, me inventé recuerdos. Todo el mundo es un poco de su historia, pero esa historia es también la invención que uno crea para contar sobre sí mismo. De todas las fotografías familiares sobreviven solamente algunas, aquellas que a lo largo de generaciones se van eligiendo para contar las historias familiares. Las demás son desechadas y es precisamente sobre estas que trabajo.

En estas imágenes me interesa ver el tiempo detenido anunciando su transcurso. La fotografía es una tentativa vana de paralizar el paso del tiempo, superar lo efímero de todas las cosas y, por eso mismo, es un prenuncio de muerte: anuncia la finitud de aquello que se ve suspendido en un instante que ya no existe. Creo que persigo estos dos aspectos en la fotografía: por un lado la construcción de cada recuerdo, que es un poco real, otro poco inventado. Por otro, rastreo el borrar del tiempo. En un último suspiro rescato estas imágenes del olvido, sin lograr salvarlas del naufragio, porque las fotografías, como todo, están predestinadas a la desaparición. Y cuando un recuerdo se apaga, es como una segunda muerte.

Maira Ishida

Nací en Florianópolis, Brasil. Comencé a fotografiar a la edad de quince años con una vieja Zenit de mi madre, y con ayuda de mi padre monté un laboratorio de revelado. Más tarde estudié artes visuales. Viajé con mi cámara intentando registrar lo que veía, hasta que empecé a sentir que no podía captar la realidad de los otros. Desde entonces he resuelto inventar la realidad que fotografío.