Subjetivo. Jorge es mi amigo, un íntimo amigo. Un colega que de seguro coincidimos en un 99 % con los mismos intereses de contenidos y de estilos fotográficos. Jorge fue mi socio, los dos en la agencia Prisma. La compañera de Jorge es madrina de mi hijo.

Por todo esto, y aún más, cuando en un boliche de Montevideo Jorge abre la pequeña caja y me muestra cerca de 80 fotos de un tema que también cubrí por años –el carnaval–, yo las vi, las miré y las desmenucé siendo consciente de ese 99 % “cargado de subjetivo”. Subjetivamente, Jorge “pescó” primeros planos de caras, a partir de tomas originales que originalmente contenían un encuadre más amplio.

Subjetivamente, realzó colores para llegar a esta serie que nos muestra lo que nunca vemos, estos maravillosos paisajes artificiales plasmados sobre piel. Aun si buena parte de los uruguayos nos declaramos adictos al carnaval, en desfiles barriales, por 18, en Las Llamadas, en los tablados, somos miles viendo y disfrutándolo desde una perspectiva de público pero nunca desde la intimidad de un “plano cerrado”. Jorge me confirmó que esta serie de muchos carnavales proviene de tomas sacadas antes de que los retratados participen en los desfiles, en los espectáculos. Ellos flotan en ese “antes de…”, ese momento mágico de autoconcentración, inmersos en “la previa” de exhibirse, de actuar. Jorge se hace cómplice de horas de creación minuciosa de maquilladores, quizá de automaquilladores, con un plus de creatividad íntima rubricada en caras, esa pequeña pero maravillosa fracción de nuestros cuerpos.

Nos lleva a ese mundo tan expuesto pero tan invisible del carnaval: el casi introspectivo frente a frente, rostros que gracias al lente, nosotros, banales espectadores, redescubrimos con una visión de primerísimos planos. Mágicamente nos transformamos en público privilegiado. Sí, reitero, son fotos subjetivamente “cropeadas” (recortadas), pero con una calidad de toma y de tratamiento en el “revelado” digital de clase perfecta. Estos rostros, que nos llevan a espectaculares paisajes decorados por maquillajes, son sin filtros moda Instagram. No los necesitan. Semblantes, expresiones, rasgos, fisonomías que pese, o más bien… gracias al camuflaje carnavalesco ahora son nuestros, cien por ciento subjetivamente nuestros.

Daniel Caselli